A todos los abuelos y abuelas…

Comprendamos…
Que, llegar a cierta edad en un mundo repleto de cambios, casi diarios, implica no bajarse de un tren que ya en su momento, ellos, eligieron subirse.
Que ese tren cada vez va más rápido, tiene más vagones, derrocha tecnología de vanguardia, es indispensable utilizar los nuevos léxicos para la comprensión de esos nuevos avances y por supuesto la indumentaria tiene que ser correlativa, corporativa y lo más moderna posible.
Reflexionemos…
En la antigüedad los ancianos eran los más sabios, los más respetados, claro, los cambios se sucedían con lentitud entre uno y otro eso daba tiempo a que los amables consejos siguieran “al día” era tras era.
Admitamos…
Que los consejos de nuestros abuelos, sean obsoletos o no, quieren en la gran mayoría hacer el bien para con sus personas más allegadas.
Que después de una larga vida viajando, en este cada vez más raro tren, mucho de razón tienen que tener, porque la experiencia otorgada por el paso de los años no es una carga es un tesoro y lo más bonito de este premio, es que ese tesoro lo quieran compartir con los más jóvenes.
Ahora bien…
Somos tan inteligentes…
Aprendemos las normas, reglas con sus apartados, con sus letras pequeñas…
Doblegamos ordenadores hasta dejarlos sin “memoria ram”…
Decodificamos video- juegos con mil acertijos…
Desciframos minúsculos gestos en el rostro de la gente a la hora de vender o de interrogar…
Y por el contrario no podemos filtrar los consejos de nuestros ancianos, no podemos comprender sus cuidadosos miedos o no podemos “Copiar y pegar” sus vivencias de un tiempo a nuestro tiempo…
Entendamos…
Que para que nuestros hijos puedan subirse a este tren, conducido por algunos maquinistas “elegidos”, ellos tienen que hacer trasbordo para coger otro tren con destino incierto y es en ese trasbordo cuando nuestra ayuda debe ser fundamental, es en esa transición cuando sus nietos juegan un papel estelar y es en esa espera cuando deberían estar en paz con todo el mundo.

Creo que algunos sabios consejos nunca pasan de época o moda:
Puede privarnos de riquezas la fortuna, pero no de ánimo.

Por el grosor del polvo en los libros de una biblioteca pública puede medirse la cultura de un pueblo. John Steinbeck
Eurípides

La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa. Albert Einstein
La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse. Ernesto Sábato
La guerra es una masacre entre gentes que no se conocen, para provecho de gentes que si se conocen pero que no se masacran. Paul Valéry

Fernando R. Rubio
Fernandorodrigorubio.blogspot.com